Las gruesas paredes de la vaina, dobladas sobre sí mismas en la punta de la bala, crean una punta hueca, lo que retrasa la expansión de las balas varios centímetros y, después, igual que las balas de punta plástica, hacen que se expandan violentamente. Al diseño de esta bala se añade un anillo de fijación, a fin de reducir al mínimo la separación entre el núcleo y la vaina. Las marcas internas de orientación guían la ruptura de la mitad frontal de la bala hasta dividirla en seis partes. La Vulkan ha encontrado una gran cantidad de seguidores entre los cazadores de jabalíes que quieren asegurarse de que la bala haya alcanzado las zonas vitales del animal antes de expandirse, reduciendo así al mínimo la pérdida de carne pero, a la vez, garantizando el abatimiento rápido de la pieza.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.